#EscritoresEspañoles
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
Mujeres como tú son las que consiguen que se declaren las guerras y que algún general
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
Un paquete de tabaco, un libro de poemas, cuarenta duros para tomar unas cervezas... Poca cosa, es verdad:
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
De aquí a un tiempo, puede que llegue a ser como vivir
Ya poseemos casi todo lo que nos iba a hacer felices. Puede decirse
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Es lo que tiene, el amor: empiezas siendo el galán protagonista
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
Nunca lo he visto antes, pero conozco a ese hombre. (Si me acercase, distinguiría en sus ojos