Pues a vivir venirnos-y es la ofre… Esta existencia que los hombres ha… A su final pureza-aunque el veneno De un cruel amor la ardiente sangr… encienda,

La noche es la propicia Amiga de los versos. Quebrantada, Como la mies bajo la trilla, nace En las horas ruidosas la Poesía. A la creación la oscuridad convien…

En los tiempos de la maravilla Hubo una crueldad sumamente grande… Claváronle a un hombre Un hierro encendido Junto a la tetilla

Era sol: caballero en un potro, Con la rienda tendida al acaso, Fui testigo de un drama de amores:… ¡Qué volar! ¡Qué caer! ¡Qué dolor… Aprieto el paso...

Alma que me transportas: Voz desatada Que a las almas ajenas Llevas mi alma; Cinta, cinta de fuego

Ayer la vi en el salón De los pintores, y ayer Detrás de aquella mujer Se me saltó el corazón. Sentada en el suelo rudo

Por donde abunda la malva Y da el camino un rodeo, Iba un ángel de paseo Con una cabeza calva. Del castañar por la zona

Oh, qué vergüenza! El Sol ha ilum… La Tierra; el amplio mar en sus e… Nuevas columnas a sus naves rojas Ha levantado; el monte, granos nue… Juntó en el curso del solemne día

Señor: en vano intento Contener el león que me devora: Hasta a escribir mi amargo pensami… La pluma recia se me niega ahora– Señor: mi frente fría

Una copa con alas ¿quién la ha vis… Antes que yo? Yo ayer la ví. Subí… Con lenta majestad, como quien vie… Oleo sagrado; y a sus dilces borde… Mis regalados labios apretaba.