#EscritoresArgentinos
Días para recordar todo lo que no se pudo. Esos días que los muertos vienen en tropel a preguntar
Creciendo me fui dando cuenta que vivir no era suficiente. En principio comencé por cambiar algunas horas de mi vida por algunas palabras.
Palabras tenues palabras olvidadas. Vuelvo otra vez más en brazos del delirio y de la fiebre.
Vuelvo de los espacios donde temía que su cuerpo dañara mi cuerpo. Albatro muerto albatro despedazado
Dejar olvidar de a poco el que soy. Hundirme lentamente en las horas de la noche
Estoy casi muerto y sin embargo siento latir mi corazón. Una especie de rebuscada finura
Quiero que recuerdes también soy una alondra un pájaro entibiado por la civilización un pájaro sensible.
Entre papeles y albatros voy viviendo al ritmo de mi sombra… Me enloquece soñar porque soñando soy el más grande de los soñadores… Recuerdo haber soñado
¿Sabías que volvía? ¿Me esperabas? Sangrante y taciturno después de mil fracasos casi sin esperanzas
Harto de comparsas y murgas ambiciono una orquesta de cámara para mis silencios. Una nota encerrada en su altura.
Si es posible el poema es posible la vida.
Reina pequeña Buenos Aires. Hoy te sentaré a mi lado y haremos juntos el viaje de un poema.
Guitarras rasgadas con odio. Balas disparadas con odio. Tambores de locura. Rauda armonía de la muerte estás aquí
Soy me doy cuenta un nadador muerto de frío. Lo que me pasa es el amor. También es la nostalgia por mi país, mi barrio
Rechazamos la guerra todo el tiempo que sea necesario. Nos callaremos pero no para siempre. Ocultaremos nuestra cara