En vuestras tradición popular cuenta la historia,
De como el valor del soneto fue creado,
Para darle libertad a vuestro ingenio aprisionado
De como expresarse en frente de la gente.
Podrá juzgarse la arremetida palabra horrorosa,
Más el bárbaro pensamiento osado,
Y debereís enseñadles hablar a vuestros hijos
Con el respeto merecido y el cuidado.
Fue también por esa palabra, ¡hermosa y clara!
Así de inspirada, aunque arrogante fuesen,
Voz de noble, cuyo amor del joven adolescente
Hicieron temblar a los hombres más fuertes.
Es una vasta reliquia, en vuestra boca tenemos;
Brota y deslumbra, se desempeña y muere,
Somos un estruendo que a la sombra amenaza
Pueblo mío, con vuestras voces os vencieres.
Tened mucho cuidado con lo que tu boca decís;
Las palabras son filosas como una espada,
Y sobre vuelan como una lanza muy levemente
Hirientes y claras como palangana de plata.