Miguel Peñafiel

POEMA A MI AMADA

Poema a mi amada

Con la mil rosas ensangrentadas que coronas mi frente, y me brindas el divino maleficio de tus miradas, y tu apenas comprenderás lo que siento al no verte, y te diré siendo poeta: ¡tuve el honor de ser yo quien te besara!. y arrojará de mi corazón una fragancia exquisita, de aquí para allá al igual que una rosa muerta, parecido al dolor mío después de tu ida, y mi corazón padecerá el mal como una hoja seca. Y la noche me trae tu recuerdo de mi pasada ventura, entre recuerdos bordados dentro de mis pensamientos, y en mis sueños te veo desvanecerte como la espuma, todo lo posible; es turbio en el fondo de todo mi espejo. ¿Recuerdas el lirio con que me endulzas la vida, cuya ternura hizo enamorar a todo un poeta, y a la promesa que hice: de morir en tus brazos; ¡el día que seas de otro y seas mujer ajena!... Yo que te he cantado los versos de decadentes fantasías, que elogié las rosas de una princesa legendaria; que mezclaba el perfume de sus besos en mi agonía, siendo para mi adoración en mis rimadas palabras. Se que mis ojos ya no pueden llorar; esa tarde para mi en que me dijiste algún día, amado mío nuestro amor no puede ser más: ¡y las lágrimas de mis ojos seco y fragante la arrancaste desde ese día!...

Reserva derecho de autor.
A mi amada Shirley Rodriguez.

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