Mercedes de Velilla

¿No lo sabéis quizás? Yo sé la historia...

¿No lo sabéis quizás? Yo sé la historia.
El ángel, que velaba
Sus purísimos sueños, no ignoraba
que la niña soñaba con la gloria.
 
Y él, que amaba sus gracias virginales,
pidió al Señor la cándida criatura;
y le dijo el Señor: aquí en la altura
celebrad vuestras bodas celestiales.
 
Cumplió el ángel su anhelo;
desató el lazo de la humana vida,
y llevando a su dulce prometida
en sus brazos, dormida,
como lleva una madre al pequeñuelo,
al celestial edén tendió su vuelo.
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