LA CESTA DE LA COMPRA
Love Story
Lleva días recorriendo la ciudad,
quiere regalarme un bucle de sonidos,
latidos contenidos de
una bailarina
que vive sin saberlo
en una pequeña caja de cartón
y que gira con “Love Story”
dentro de un mundo que la gira
dentro de un espacio
que sin ira regirá infinitamente
pompas de tiempos que se estiran,
mascan y encogen, se congelan y expiran.
Ya me ha regalado una pulsera,
un anillo y un reloj de arena,
una entrada de cine en la luna,
cosas que le caen del cielo
y mete en un tarro,
y Días en blanco
de Sampedro
Ha venido de muy lejos,
por mi amor ha dejado atrás
su mundo,
el serrín y la ciencia
por una brújula poética,
por una bailarina
que no baila tango.
Le he regalado hummus,
guacamole, melón, gazpacho,
hamburguesas de berenjena,
pan, alcachofas, un paisaje de arena,
un ojo de tigre, un desodorante,
una estrella con su nombre entero,
una camiseta, mi visera favorita,
Almudena de Montero,
un viaje a la tierra de sus abuelos,
y una caña con limón
y mis perros
y casi todo mi tiempo libre.
Hemos ido de compras
tomates, manzanas, sandías,
reído en la cafetería,
perdido la cartera con sus ahorros,
disfrutado el mejor parque para perros
y por ende para superhumanos que aman perros,
y en el tronco donde finalmente
quedaremos junto al Ebro
hemos.
Tomado bravas
suplicando al picante
hemos,
bailado en el parque Gallarza
abrazados como nadie
hemos,
saludado a los perros,
conversado con sus gentes
hemos
acostado a las estrellas
soñado un “para siempre”
hemos...
Una lupa extraordinaria hemos
para uno de mis cuadros,
hemos sido grandes y eternos,
pequeños y efímeros
y ahora somos
el mejor poema,
la mejor fruta,
tanto, tanto tanto...
© Maria Luisa Arenzana Magaña
