EL SOL NO ES AMARILLO
La mirada nos engaña
La mirada nos engaña,
el sol no es amarillo,
ni siquiera el mar es azul.
La mirada nos engaña,
el sol no regresa,
sino que nunca se fue.
La mirada nos engaña,
aunque estés quieto en la vida
algo te mueve, algo te fuerza.
La mirada nos engaña,
muy bonita la portada
pero su letra daña.
La mirada nos engaña,
una acordeonista en la calle,
nada tiene, todo es.
El reloj de pared nos engaña,
un momento de la infancia
nos rompe.
Pero milagrosamente
no nos rompemos entonces
sino que seguimos
derivando hacia el amor,
pero hay tantas pausas que son golpes,
tanta distancia insalvable,
tanto grito de socorro
inaudible para el otro,
tanta alegría y tanto
ahogamiento en esta orilla...
El estruendo nos engaña,
para cuando comprendemos
el rayo ya ha partido
un corazón enorme del campo.
© Maria Luisa Arenzana Magaña
