El poeta es jardinero. En sus jar… corre sutil la brisa con livianos acordes de violines, llanto de ruiseñores, ecos de voz lejana y clara risa

¡Ya su perfil zancudo en el regato… en el azul el cielo de ballesta, o, sobre el ancho nido de ginesta, en torre, torre y torre, el garaba… de la cigüeña!... En la memoria mí…

Leyendo un claro día mis bien amados versos, he visto en el profundo espejo de mis sueños que una verdad divina

He andado muchos caminos, he abierto muchas veredas, he navegado en cien mares y he atracado en cien riberas. En todas partes he visto

Una clara noche de fiesta y de luna, noche de mis sueños, noche de alegría —era luz mi alma

Señor, me cansa la vida, tengo la garganta ronca de gritar sobre los mares, la voz de la mar me asorda. Señor, me cansa la vida

Guitarra del mesón que hoy suenas… mañana petenera, según quien llega y tañe las empolvadas cuerdas. Guitarra del mesón de los caminos,

La tarde todavía dará incienso de oro a tu plegaria… y quizás el cenit de un nuevo día amenguará tu sombra solitaria. Mas no es tu fiesta el Ultramar l…

En medio de la plaza y sobre tosca… el agua brota y brota. En el cerca… eleva, tras el muro ceñido por la… alto ciprés la mancha de su ramaje… La tarde está cayendo frente a los…

Allá, en las tierras altas, por donde traza el Duero su curva de ballesta en torno a Soria, entre plomizos c… y manchas de raídos encinares,

La casa tan querida donde habitaba ella, sobre un montón de escombros arrui… o derruida, enseña el negro y carcomido

Francisco a Pedro Salinas: Si el arte es fuego, será con sombras divinas, juego de manos de ciego.

Es una tarde mustia y desabrida de un otoño sin frutos, en la tier… estéril y raída donde la sombra de un centauro yer… Por un camino en la árida llanura,