Hay regocijos en la cabaña
tiende la tarde rojos cendales
y dos carretas llenas de caña
vienen vibrando de los cañales.
Crujen las mazas dando sus vueltas
y los gañanes el horno atizan
y dos chicuelos de mangas sueltas
con sus cuchillos la caña alisan.
Los bueyes giran por un camino
que en el bagazo finge una boa,
y baja el jugo, color de vino,
haciendo espumas en la canoa.
Cantan los mozos y un chico baila
oyendo aquellos cantar en coro,
y sobre el fuego hierve la paila
echando al aire burbujas de oro.