Cada día, a la hora invariable, el niño veía al viejo pasar con la carretilla. El infeliz anciano se ganaba la vida arreando botellas rotas en su carretilla hasta que alguien, nadie sup...
Luego de haber publicado años atrás un libro desafiante y subversivo (en el mejor sentido de la palabra), Lourdes Batista nos presenta en esta ocasión otro de igual cariz pero de may...
Llorando va un pastorcillo, llorando pasa, llorando; de tanto llorar ya lleva todo su cuerpo mojado. —¿Quién te ofendió, pastorcillo?;
—Soy el cocodrilo Lilo, de Damasco. Si me muerden, muerdo; si me rascan, rasco. «Al faisán del parque
Cuando empezaba el año 1970, el padre de Manuel Diep trajo al país un automóvil tan moderno, tan moderno... que incluía una alarma electrónica contra robos. En verdad, lo de la alarma e...
La Divinidad nos constituye y nos excede. Somos divinidad por defecto y en defecto. Somos, sí; pero somos meros fragmentos de la divinidad expandida; por tanto, por razón e intuición...
Nos ha tocado la distinción y el grato placer de introducir ante ustedes, con altos respetos, a una personalidad de nuestras letras que por su relevancia y grado de estimación no nec...
Regularmente se acostumbra a pensar en los poetas como individuos que conciben versos y los plasman y fijan para el presente o la posteridad, como fabricantes de estrofas y acentos.....
—Cierta vez un caballero llamado Nun Cacabar sacó un perro del tintero, un perro que supo hablar y dijo:
Miras en mí y soy tierra abierta, cántaro vuelto al río del Origen. Todo lo que pesé se torna vuelo, brizna de la aurora. No sé si el fuego me ciñe
Arrebátame la toga y el bastón, S… de hierro voluntarioso para labrar… sírvame de las manos resueltas y a… antes que de palabra servil o ment… ... Porque mentiroso es el hombre,…
El fantasma Miguelito ya no tiene quien le tema cuando baja, cuando sube, cuando mueve la escalera.
Caballito, caballito, caballito; caballito, caballito trotador: en tu lomo tú me llevas, caballito… caballito trotador. Mi caballo tiene el pelo colorado;
Intacto borrador no corregido. Ni poema, tal vez. No es tintero. Ni sonajero. Ni pez.
Para nosotros la sal y la alegría, la sonrisa entre los pómulos ciego… el endonarnos la risa y el ahora..… y sentirnos los dueños del concierto,