EL COCODRILO, EL MIRLO Y LA ALONDRA
—Soy el cocodrilo
Lilo, de Damasco.
Si me muerden, muerdo;
si me rascan, rasco.
«Al faisán del parque
lo engullí en la arena
porque recelaba
de mi almita buena,
«pero con el mirlo
nada soy violento:
"A barriga llena,
corazón contento”.
«Para el mirlo amigo
va, de mi talento,
la "Canción fingida
de los sentimientos».
Y la alondra grita
desde el paredón:
—¡No te acerques, mirlo!
¡Mucha precaución!
El ladino canta
su mejor canción
y después que escuchas
todas sus canciones...
¡llevas dentelladas
sin contemplaciones!