No son las palabras. Lo que importa son los hechos.
Es una verdad irrefutable.
Pero sus palabras...
Sus versos, sus rimas, su voz al teléfono...
Woww! Qué maravilla!!
Me calma, me alivia, sosiega mi mente que ya no me hostiga.
Subyugante don que tiene, poeta. Tal capacidad de hacerse presente y con una palabra usted cambia mi día.
Disipa mis miedos...
Me alegra la vida.