Al lado de estas aguas silenciosas,
en medio de este bosque, en este asilo,
debajo de estas gramas y estas rosas,
es donde quiero reposar tranquilo.
¡Y pronto debo reposar! Mis días
se tiñen ya de pálidos destellos,
y anuncian mis postreras alegrías
las nieves de la vida en los cabellos.
Mas, ¿qué será si en las nocturnas calmas
salgo a vagar como las sombras suelen,
y en vez de hallar mis quejumbrosas palmas
los sauces sólo de mi afán se duelen?
¡Oh!, ¿qué será si en honda pesadumbre,
sentado a meditar sobre la losa,
suspiro por mi pueblo en servidumbre
y el cielo busco de mi Cuba hermosa?
¡Tormentoso será! Mas si tardío
nace a brillar el sol de mis anhelos,
cabe la orilla del paterno río
llevadme a descansar con mis abuelos.
Y allí donde mi cuna en hora amarga
al capricho meció voluble suerte,
dejadme al fin depositar la carga
y dormir en el seno de la muerte!