José Luis Hidalgo

Alba

¡Qué brisa se despertó
en la madrugada palida!
¡Que asesinato de sombras
ante las luces del alba!
 
El gallo cantó a la aurora
una diana despeinada
mientras palacios de luz
despacio, se derrumbaban
y el aire se iba poblando
de gritos y puñaladas.
Por el viento se perdian
galopes de largas patas,
suspiros de lejanias
en luces, finales, blancas.
El cielo como un gran cofre
se fue poblando de plata.
Las claridades del dia
en arcos de tensa palma
iban sacando a la noche
de su destierro de escarcha.
Preferido o celebrado por...
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