Furtivos, silenciosos, tensos, avi… se deslizan, escrutan y apartando… alargan sus miradas hasta el lugar… el choque de un desnudo con los su… A solas y soñando ya han sido los…

¡Damas altas, calandrias! Junten su elevación algazara y montaña, todavía crecientes gracias a la mañana

Ya se acortan las tardes, ya el po… Nos descubre los más hermosos ciel… Maya sobre las apariencias velos Pone, dispone, claros a la mente. Ningún engaño en sombra ni en penu…

¡Se me mueren! Han vivido con fidelidad: cristianos servidores que se honran y disfrutan ayudando, complaciendo a su señor,

Llegó la sangre al río. Todos los ríos eran una sangre, Y por las carreteras De soleado polvo —O de luna olivácea—

Aire: nada, casi nada, O con un ser muy secreto, O sin materia tal vez, Nada, casi nada: cielo. Con sigilo se difunde,

Cuanto nosotros somos y tenemos Forma un curso que va a su desenla… La pérdida total. No es un fracaso. Es el término justo de una Histor…

Miro hacia atrás, hacia los años,… Y se me ahonda tanta perspectiva Que del confín apenas sigue viva La vaga imagen sobre mis espejos. Aun vuelan, sin embargo, los vence…

La acumulación triunfal En la mañana festiva Hinche de celeste azul La blancura de la brisa. ¡Florestas, giros, suspiros

El aire se serena, Por claridad regala más espacio, Maestro, cuando suena La lira que a tu Horacio No fue más fiel ni dio más gloria…

Un resto de crepúsculo resbala, Gris de un azul que fue feliz. ¿C… Nuestra? La claridad final, melli… Del filo, hiere al bosque: fronda… Cae talando el sol. ¡Cruel la tal…

La tarde que te rodea, Bellísima, rigurosa, Dispone a tu alrededor Penumbra, silencio, fronda. ¡Cuánta lontananza para

El vaivén de la esquila De la oveja que pace... En su punto la tarde: Fina monotonía. ¡Polvareda de calma,

Riguroso horizonte. Cielo y campo, ya idénticos, Son puros ya: su línea. Perfección. Se da fin A la ausencia del aire,

Albor. El horizonte entreabre sus pestañas, y empieza a ver. ¿Qué? Nombres. Están sobre la pátina de las cosas. La rosa