#EscritoresEspañoles #Generación27 #PremioCervantes
Los destructores siempre van delan… Cada día con más poder y saña, Sin enemigo ya que los espante. Triunfa el secuestro con olor de h… Que pone en haz la hez del bicho h…
Luce sobre el mantel, más blanco a… El cristal —más desnudo. Yo al amarillo ruboroso acudo. Para mí se colora. Fruta final. Un rayo se recrea
(El alma vuelve al cuerpo, Se dirige a los ojos Y choca.) —¡Luz! Me invade Todo mi ser. ¡Asombro! Intacto aún, enorme,
Pelados, tristemente naturales, en inmovilidad de largas crines desgarbadas, sumisos a confines abalanzados por los herbazales, unos caballos hay. No dan señales
Muros. ........ Jardín bien gozado Por los pocos. .........¡No hay pecado! Perfección ya natural.
Después de aquella ventura Gozada, y no por suerte Ni error —mi sino es quererte, Ventura, como madura Realidad que me satura
Dije: Todo ya pleno. Un álamo vibró. Las hojas plateadas Sonaron con amor. Los verdes eran grises,
¡Vida sin cesar cotidiana! Así lo eres por fortuna, y entre un renacer y un morir día a día te das y alumbras lunes, martes, miércoles, jueves
Cierro los ojos y el negror me adv… Que no es negror, y alumbra unos d… Para darme a entender que sí son e… El fondo en algazara de la suerte, Incógnita nocturna ya tan fuerte
La acumulación triunfal En la mañana festiva Hinche de celeste azul La blancura de la brisa. ¡Florestas, giros, suspiros
¡Oh melenas, ondeadas a lo príncipe en la augusta vida triunfante: nos gusta ver amanecer -¡doradas surgen!- estas alboradas
Hacia un posible mas allá del caos van los días del hombre valeroso, y emergiendo de brumas y de vahos sueñan, inventan en tensión de cos… El tiempo se enriquece, se desgast…
Noche mucho más noche: el amor ya… Feliz nivel de paz extiende el sue… como una perfección todavía amoros… Bulto adorable, lejos ya, se adormece,
Por un aire juvenil Ha vuelto la golondrina, Entre ventana y tejado —Buen ángulo—nidifica, Cruza con el pico abierto
Jamás cesó ni ha de cesar la lluvi… que es fuego material para martiri… del alma y de la carne rediviva. Los pies del condenado nunca cesan de avanzar por su circulo arenoso