Algunas luciérnagas tiritan
bajo exangües nubes del ocaso
El viento ulula
como si se lamentara de algo o
simplemente tratara de espantarnos
desatando relámpagos
vociferando tormentas
llorando histéricamente
Después, llegó la noche
para arropar el horizonte
y dar por concluida
otra jornada catastrófica
que pudiera ser la última
Sin embargo
hace tiempo que el sol madruga
y no abandona su rutina
Mientras los poetas
como los ajedrecistas
intentan dibujar minuciosamente
las próximas tempestades.