Estas palabras donde apenas estoy.
Con mucho esfuerzo trato de estar.
Las palabras pueden ser un lugar, pero pocas veces un hogar.
Y mi voluntad no es sedentaria, a pesar de mi cuerpo que muere.
Y, a pesar de mi cuerpo que muere, mi espiritu requiere
creerse inmortal; y esta creencia, justificada en los instantes
de enamorados presentimientos de sueños distantes,
necesita crear
sueños cercanos.
Realidades palpables.
Textos arcanos.
Yo, mi mano.
No solo yo, no solo ambas manos.
También el silencio,
mi amor por ser amado
ruidosamente, contrariamente,
lejano.
Ya no habitaré aquí, pero he habitado.