La policía (paso de alfombra y ojo de gato) mira en la sombra. Vigila el gato.

No sé por qué piensas tú, soldado, que te odio yo, si somos la misma cosa yo, tú.

Cuando yo vine a este mundo, nadie me estaba esperando; así mi dolor profundo se me alivia caminando, pues cuando vine a este mundo,

Con tanto inglé que tú sabía, Bito Manué, con tanto inglé, no sabe ahora desí ye. La mericana te buca,

Sombras que sólo yo veo, me escoltan mis dos abuelos. Lanza con punta de hueso, tambor de cuero y madera: mi abuelo negro.

¡Ay que linda mi bandera, mi banderita cubana, sin que la manden de afuera, ni venga un rufián cualquiera a pisotearla en La Habana!

Frente al mar, viendo las olas la quieta orilla besar, los dos muy juntos, muy juntos cual no estaremos jamás, ella me dijo: —Quisiera

El sol a plomo. Un hombre va al pie del organillo. Manigueta: «Epabílate, mi conga, mi conga...» Ni un quilo en los bolsillos,

Sencilla y vertical, como una caña en el cañaveral. Oh retadora del furor genital: tu andar fabrica para el espasmo g…

Por el Mar de las Antillas anda un barco de papel: Anda y anda el barco barco, sin timonel. De La Habana a Portobelo,

Esta mujer angélica de ojos septen… que vive atenta al ritmo de su san… ignora que en lo hondo de ese ritm… un negro el parche duro de roncos… Bajo la línea escueta de su nariz…

Era una muchachita de carne perfum… con agua de Colonia y jabón de Ca… a quien amé con una pasión vaga y… que nació de unos versos de amor y… Recuerdo que al decirle por primer…

Una paloma cantando pasa: —¡Upa, mi negro, que el sol abrasa! Ya nadie duerme,