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La escena, en un salón familiar. La madre, blanca, y su hijo. Un niño negro, uno chino, uno judío, que están de visita. Todos de doce años más o menos. La madre, sentada, hace labor, mi...
Por el Mar de las Antillas (que también Caribe llaman) batida por olas duras y ornada de espumas blandas, bajo el sol que la persigue
Pienso en la fría mañana en que te… allá donde La Habana quiere irse… allá en tu suburbio claro. Yo con mi botella de ron y el libro de mis poemas en alemán…
He leído acostado todo un blando domingo. Yo en mi lecho tranquilo, mi suave cabezal, mi cobertor bien limpio,
Como la nieve cae aquí, nieva también dentro de mí. (Verlaine con nieve, ¿no es así?) De ti me acuerdo –ya sin ti. ¿A qué llorar, me digo yo,
Sombras que sólo yo veo, me escoltan mis dos abuelos. Lanza con punta de hueso, tambor de cuero y madera: mi abuelo negro.
Van a fusilar a un hombre que tiene los brazos a… Hay cuatro soldados para disparar. Son cuatro soldados
La tarde abandonada gime deshecha… Del cielo caen recuerdos y entran… Duros suspiros rotos, quimeras las… Lentamente va viniendo tu cuerpo. Llegan tus manos en su órbita
A Camagüey suelo ir por revivir mis claros días de infancia. Aspiro allá en su fragancia rosas que no volverán.
A veces tengo ganas de ser un curs… para decir: La amo a usted con loc… A veces tengo ganas de ser tonto para gritar: ¡La quiero tanto! A veces tengo ganas de ser un niño
¡Aquí estamos! La palabra nos viene húmeda de los… Y un sol enérgico nos amanece entr… El puño es fuerte Y tiene el remo.
Soldadito de Bolivia, soldadito boliviano, armado vas con tu rifle, que es un rifle americano, soldadito de Bolivia,
Una paloma cantando pasa: —¡Upa, mi negro, que el sol abrasa! Ya nadie duerme,
Quemaste la madrugada con fuego de tu guitarra: zumo de caña en la jícara de tu carne prieta y viva, bajo luna muerta y blanca.
Mendoza la bien sembrada, ciudad de luz y arboleda, en roca viva engastada... Amor de Marianetti, el Señor