¿Por qué el mundo sigue?
¿Por qué no me muero?
Tus labios ausentes,
la voz un recuerdo.
Mirada invisible,
silencio desprecio.
Es “El cant dells ocells”
lo último que tengo
de ti en mi memoria.
Y aquel miedo negro.
Y aquella tristeza.
¿Por qué no me muero?
Tus labios benditos,
tu voz eco inmenso,
atenazan mi alma
tus ojos de hierro.
Universo inerte
ante el desconsuelo.
El olvido no es una opción. Y duermo con ello.