Tempestad, tempestad, qué ángel terrible nos azota con s… resguardemos los corazones como el rebaño al cerrar la tarde. Vientos oscuros que azotan

Tendido, rendido sin otro lecho que el tosco lomo, sobre una noche nada complaciente platica el vagabundo con un charco… Sus harapos, de apostólica nobleza…

Quiero pensar que iba vestida para el teatro o algo más extravag… quizá para las carpas, quizá para mostrarse en medio de las calles concurridas

Tu cuerpo, de materia de horas, reposa junto al lecho de los soles… ardiente y aterido por tus olas renuevo en cada piedra mis fulgore… Su cieno, de dificil negro,

Hay la noche, la sumisión de los cuerpos en las… hay la abolición de un sol encuest… sobre las ancas de un caballo diáf… y la caída larga de tus ojos

Hallar el templo en flor, el verda… lugar del dios, el vértice de agua después de mucho andar en el desie… sobre la arena fina de la espalda. Buscar con dos el légamo de cieno,

Y en fin, crecían los años entre las voces del divino mes de… Sombras incandescentes por las cal… bajo los arcos y en las laderas. Cipris: nada perdimos,

Callada está la tierra, con su enc… solía aclarar mi alma los mayores altos arcanos donde la luz del día y el carbonero cambiaban sus canci… Mirar el campo entero embellecido

Esto me basta, – luz, azules línea… para extraviar la brújula del bard… que aguarda en mí, la música divin… las delirantes huellas del cadalzo de la poesía ¿qué más diré?

Mas no te engañes mundo, no te eng… igual de bajos somos los artistas sobre la misma cama o sobre el fan… de la altivez buscamos nuestras fl… Vestigios de una raza usurera,

Los talabas toda la noche con el hacha ligera y centelleante de tu sinuosa risa abierta e imantada por el aire: esos silencios.

Hoy cubres el pie de los jardines y antes callabas en mitad del ciel… pero ayer ¿qué pena nuestra descub… Blanca melancolía, aún bajo tu manto

Voz lejana no me oíste hablando por debajo de lo nuestro, mirando con amor el solo piso.

Algo que decir: el pie sin paso busca, a tientas, superficies pero su danza es aérea y no hallará ya nada nuevo. Mas la…

Recuerdo la vergüenza, ese fulgor quemado en las mejillas de una mujer humilde, de un padre de familia sin trabajo y la del niño analfabeta