me recogen tus calles y me abrigan del gelido fulgor de la mañana el sol apenas puede con el frio que tanto duele que tanto pesa
Los muros que esculpieron los despiadados hijos de la ira se yerguen majestuosos sobre los imbricados berrocales lejos de allí
Con dos pisos en Ibiza y cien car… vives como una parca con salario, y en vez de pan, tus sueños de ant… se empolvan en biscotes de indigen… Guardiana del perfume pestilente,
Yo era’l terceru. Dos antes que yo, y solo unu quedaba. Nací un martes de barro y helor, con los güeyus apretaus
incógnita niebla atardecer sonrisa
No entró en mi vida, se filtró. Como un aroma que no se huele, como un susurro que nunca se dijo pero que siempre estuvo ahí. No miró, descifró.
Desde la sombra sus ojos en las ramas recuerdan mayo
El silencio pesa más que todo lo que no dijimos. Es como un pacto secreto, del que ni tú ni yo queremos ser parte.
Nos cruzamos entre palabras no dic… y en ese vacío, fuimos todo. No sé si me amaste o te amé, pero en ese instante, ambos respir…
Tardes de lluvia detrás de los cristales de mi tristeza
En el seno de esta espesa bruma que oculta sentimientos encontrado… que oscurece mi mente que me enajena apenas tengo tiempo de pensar
A veces me parece que nunca estuvi… que te inventé en alguna tarde de lluvia sin nombre. No hay sombras tuyas en las parede… ni huellas en la madera gastada,
Hay calles donde el eco suena y no hay nadie que lo responda, caras anónimas, camino tras camino, a veces por la misma senda
Yo tenía un maestru, ¡Dios lo ben… que amás de sabiu, era güenu y gra… con un corazón más limpio que’l ag… y una palabra dulce com un canto. Venía al pueblu, con su boina negr…
No es su risa lo que me llama, sino lo que en mí despierta. No es su andar liviano, sino la memoria de cuando yo tambi… sobre el mundo, sin tanto peso.