Cantan las siete doncellas. (Sobre el cielo un arco de ejemplos de ocaso.) Alma con siete voces

El diamante de una estrella Ha rayado el hondo cielo, Pájaro de luz que quiere Escapar del universo Y huye del enorme nido

El mar sonríe a lo lejos. Dientes de espuma, labios de cielo. ¿Qué vendes, oh joven turbia

Fuera la lluvia cae sin cesar... En mis cristales viene a tocar su sinfonía:

Hacia Roma caminan dos pelegrinos, a que los case el Papa, mamita, porque son primos,

Leonardo: ¡Calla! Novia: Desde aquí yo me iré sola. ¡Vete! ¡Quiero que te vuelvas! Leonardo:

En las torres amarillas, doblan las campanas. Sobre los vientos amarillos,

Debajo de la hoja de la verbena tengo a mi amante malo. ¡Jesús, qué pena! Debajo de la hoja

Agua, ¿dónde vas? Riyendo voy por el río a las orillas del mar. Mar, ¿adónde vas? Río arriba voy buscando

Enrique, Emilio, Lorenzo. Estaban los tres helados: Enrique por el mundo de las camas;

Yo pronuncio tu nombre en las noches oscuras, cuando vienen los astros a beber en la luna y duermen los ramajes

Este galapaguito no tiene mare; lo parió una gitana, lo echó a la calle. No tiene mare, sí;