Cristo moreno pasa de lirio de Judea a clavel de España. ¡Miradlo por dónde viene!

Sobre el cielo negro, culebrinas amarillas. Vine a este mundo con ojos y me voy sin ellos. ¡Señor del mayor dolor!

La luna asoma Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables.

Tengo miedo a perder la maravilla de tus ojos de estatua y el acento que de noche me pone en la mejilla la solitaria rosa de tu aliento. Tengo pena de ser en esta orilla

Se ven desde las barandas, por el monte, monte, monte, mulos y sombras de mulos cargados de girasoles. Sus ojos en las umbrías

La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice.

Me he perdido muchas veces por el… con el oído lleno de flores recién… Con la lengua llena de amor y de a… muchas veces me he perdido por el… como me pierdo en el corazón de al…

Silencio de cal y mirto. Malvas en las hierbas finas. La monja borda alhelíes sobre una tela pajiza. Vuelan en la araña gris,

En la mitad del barranco las navajas de Albacete, bellas de sangre contraria, relucen como los peces. Una dura luz de naipe

Amor, amor que está herido. Herido de amor huido; herido, muerto de amor.

Virgen con miriñaque, virgen de Soledad, abierta como un inmenso tulipán. En tu barco de luces