Amo a ese hombre como nadie puede,
esa risa genuina y contagiosa
El ceño que formas cuando respuestas buscas,
lo que pierdes y encuentras,
a veces la fé, a veces la razón
aunque dices no tener certeza en Dios,
lo escucho en esa voz que apoya,
en esas manos que sirven.
Oh amor, cuántas veces no te has dejado a ti mismo por otros seres?
hasta por mi
¿Cuánta de tu paz no sacrificas por un amigo?
hablas de puntos medios y tibieza
pero en ti nunca encuentro indiferencia
ni dudas ni incertidumbre en todo lo que te mueve el corazón.
Estoy a tus pies, te sigo, voy y me quedo
por el hombre que eres.