Me pierdo y me encuentro constantemente
me desconozco y después me reprocho
me juro la prudencia,
después me aburro
busco problemas,
y los encuentro
El humo me cubre la cara,
juro no volver a hacerlo
pero ahí la cuestión de los hábitos,
nunca es tan sencillo
Luego, la soledad
cómo estreché esa relación?
desaprendí llorar con un solo ojo
Termino por aceptar,
que se me descoloque el pecho
por nimiedades,
limitarme a llorar solamente de risa,
y de pasión
odiar los domingos más que los lunes
y esperar que me pase todo,
menos lo de siempre.