Si un día me preguntan por ti
preferiría decir que
nunca exististe.
Quizá fue así y quizá no haya que mentir.
Que jamás llegaste a mi vida
Que ni un solo latido ha sido
pronunciado en tu nombre.
Que ninguno de los ríos que han nacido de los cuencos de mi cráneo
te honran a ti
Que las noches son mías y sólo mías,
esclavas solamente de mi.
Que cada taza de café, puramente me pertenece
y que no veo en él un reflejo cálido de tus ojos.
fuiste producto
fuiste materia
fuiste creación
fuiste Diosa de pagano
fuiste habano para oración
pero jamás fuiste
lo que fuiste para mí.