La inmensidad de mundos enteros aplasta mi cuerpo
Cuerpo de uno de los miles de millones que existen
Y existe, existe aquí y existe en sueños
sueño como el de uno de los millones
Vivo como si este no fuera mi único cuerpo
Tomo el café caliente y la ducha fría
fría mañana de dualidad que grita
grita que sigo vivo
vivo, aunque ya no se permita
Me siento en la orilla de la cama y medito,
medito más que todos los monjes del mundo
mundo del que aún así poco he aprendido.
Aprehendido en las paredes de este mundo.
Porque mi meditación no es pasiva,
es un acto activo de contemplación
que podría repetir por horas
y horas
y horas
y horas.
Que si tan solo me pagaran por contemplar,
contemplar la vida pasar
pasar a a la historia por esto
que es esto lo único para lo que realmente soy bueno.
Si tan solo me pagaran por perder el tiempo
con estos ojos de poeta que sólo contemplan.
Y aunque no me pagaran, incluso pagaría por seguir haciéndolo
Que son estos ojos de poeta lo que me mantienen
cuerdo y loco
a la vez.
Siempre cargo conmigo una libreta, una pluma, y mis ojos de poeta,
Poeta cono tantos y poesía tan poca
Poca he escrito, pero existen tantas
Tantos versos
Versos y prosas
que nunca fueron ni serán
y se llenan de polvo
polvo de ático que llena las cosas.
Prefiero salir con tiempo de sobra,
sobra decir que para perder el tiempo.
Tiempo ha pasado ya y tomo la misma ruta
ruta que lleva al mismo lugar de siempre,
pero siempre
deseando llegar a otro lugar.
Veo los mismos rostros cansados
cansados de lo mismo y con intención
la intención con la que se mueven las piedras.