Eliseo Diego

Testamento

Habiendo llegado al tiempo en que
la penumbra ya no me consuela más
y me apocan los presagios pequeños;
 
habiendo llegado a este tiempo;
 
y como las heces del café
abren de pronto ahora para mí
sus redondas bocas amargas;
 
habiendo llegado a este tiempo;
 
y perdida ya toda esperanza de
algún merecido ascenso, de
ver el manar sereno de la sombra;
 
y no poseyendo más que este tiempo;
 
no poseyendo más, en fin,
que mi memoria de las noches y
su vibrante delicadeza enorme;
 
no poseyendo más
entre cielo y tierra que
mi memoria, que este tiempo;
 
decido hacer mi testamento.
 
Es este:
les dejo
 
el tiempo, todo el tiempo.
Preferido o celebrado por...
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