Este animal
Que ahora divide la mañana
Que ha creado un portal en tus salinas
No somos tú Ni yo Infortunados
Sino nosotros, animal imposible
Que defiende su exiguo territorio
En herética conjunción.
Quién no ha luchado contra el tiempo
O ha pretendido recogerlo
Con las manos de otro
Y con la piel del otro
Todos creen saber - qué pasa
con los cuerpos que aman lo inperenne
Aletargados - por esa breve ausencia que los une
Y los transforma - en este absurdo animal
Que luego habremos de olvidar - para vestirnos
Y regresar al mundo –Tácitos y encogidos–
Sin memoria del fuego.