Escribo una redondilla,
un verso corto y preciso,
que en cuatro líneas nos pilla
con su ritmo tan conciso.
Con su rima consonante,
nos lleva de la mano,
a un mundo de melodía constante,
que nos deja embelesados.
En tan solo cuatro versos,
nos cuenta una historia completa,
con rimas y ritmos diversos,
que hacen de ella una poesía perfecta.
Ya sea de amor o desamor,
de tristeza o alegría,
la redondilla siempre tiene un valor,
que nos llega al corazón en el día.
Así que escribamos una redondilla,
con ingenio y pasión,
que nos envuelva en su magia,
y nos haga sentir emociones.
Que cada palabra sea un suspiro,
que se escape de nuestros labios,
y que al leerla, sintamos un suspiro,
porque una redondilla nunca es un hecho aislado.
Escribamos una redondilla,
que nos haga volar hacia el cielo,
que nos lleve a un mundo de maravilla,
y nos deje enamorados de su encanto.
Porque una redondilla es más que un poema,
es un canto a la belleza de la palabra,
es un arte que nos llena de amor y de esquemas,
y nos hace sentir vivos cada vez que la pronunciamos.
Escribamos una redondilla,
que nos haga sentir libres y felices,
que nos transporte a un mundo de maravilla,
y que nos haga soñar con un amor eterno y perdurable.