Yo vivo con mi alegría,
que me inunda el corazón,
y vivo con mi tristeza,
que me invade la razón.
El verso es mi compañía,
mi bálsamo y mi consuelo,
que me ayuda en la alegría
y me alivia en el desvelo.
La rima asonante une
mis palabras y mis sueños,
que fluyen sobre el papel
como agua de mil arroyos.
En el verso hallo solaz,
refugio para mi alma,
que encuentra en las palabras
el sentido que la calma.