Lloran los jazmines en la penumbra,
su aroma se pierde buscando tu voz,
la noche los guarda en su fría cuna,
mas su blancura reclama el sol.
Cada pétalo cae como un lamento,
un eco de pasos que ya no están,
el viento los lleva como recuerdos,
susurrando ausencias sobre el rosal.
Sin ti, el jardín es un sueño roto,
un cuadro sin vida, un murmullo gris,
el aire respira con un temblor hondo,
y el alba se niega a volver a reír.
Lloran los jazmines bajo la luna,
sus lágrimas perfuman la soledad,
te llaman en vano, te buscan desnudos,
y solo el silencio les vuelve a abrazar.