Suavizas con tu aroma el sortilegio,
de todo poeta que en ti se inspira,
perfumas sus letras, su ardor respira,
como brisa sutil, eterno privilegio.
Eres esencia que envuelve y embriaga,
en cada verso, en cada rima clara,
tu fragancia pura, que nunca amaga,
con amor y luz la tinta declara.
Flor de palabras, jardín de sueños,
en ti se plasman deseos y anhelos,
y en cada estrofa, brotan sus empeños.
Oh, aroma fiel que surge en los cielos,
tu dulzura da al poeta sus sueños,
y en tu perfume hallan sus consuelos.