Dorotea tan hermosa se pasea,
pasea por el pueblo sin parar,
parar no puede, le gusta mostrar,
mostrar sus flores, perfume y marea.
La gente la mira cuando coquetea,
coquetea con gracia y sin tropezar,
tropezar nunca, sabe caminar,
caminar como reina, nadie la iguala.
Dorotea, su risa resuena clara,
clara y dulce como miel temprana,
temprana y fresca como la alborada.
La hermosa Dorotea jamás se enfada,
enfada al viento que la busca en vano,
vano intento, ¡ella siempre gana!