En la esencia de la tierra y del mar,
se encuentra la madre primigenia,
con su amor eterno y su luz sagrada,
cuida de sus hijos con ternura y alegría.
Madre primigenia, fuente de vida,
bendice con tu fuerza divina,
protege a tus hijos con tu manto sagrado,
en tus brazos encontramos paz y armonía.
En cada brisa, en cada susurro,
sentimos tu presencia, madre querida,
nuestro refugio, nuestra guía,
en ti encontramos la verdad y la vida.
Madre primigenia, ser sublime,
en tus manos depositamos nuestro destino,
con gratitud y amor infinito,
te honramos y veneramos, don divino.