Entre azaleas y peonzas despierta mi poesía, cual brisa campesina, en el prado donde la vida acierta a tejer sueños con luz matutina. Danzan las hojas al son del rocío,

No comprende el alma dolorida Cómo sigo vivo, cuando tú ya has m… Tu ausencia es un vacío que me ani… Un tormento que consume mi concier… La vida sin ti es un páramo sombrí…

Quítame el perfume agónico, mar, Tu aroma salobre que me ahoga el a… Tus olas, un lamento sin cesar, Que me recuerdan mi propia calma. Tus playas, un espejo de mi pesar,

En el silencio del bosque, los árboles mudan su piel, hojas doradas caen, sembrando el suelo de ayer. La crisálida se rompe,

En el fondo de mi pecho azul, Un ave anhela libertad. Mas yo, con mano dura y fuerte, La ahogo: ‘¿Quieres arruinar mi s… ‘Quédate abajo’, le ordeno,

Yo soy la mujer renaciente, que se alza de las cenizas del sil… que irrumpe con fuerza incontenibl… desde los márgenes del olvido. Yo soy la voz que se alzaba en sus…

Cada paso que damos, cada palabra… deja huella eterna, en la historia… Nuestras decisiones y sueños compa… son semillas que brotan en campos… El legado que queda es reflejo sin…

Padre, te agradezco Por responder fielmente A todas mis necesidades. En momentos de angustia Has sido mi consuelo

Tus tiernas manos, cual seda al ta… Buscan las mías con tierno afán, Entrelazándolas en un pacto, Que sella un beso, un dulce imán. Sus dedos recorren mi piel sedosa,

Tus tupidas pestañas, velos oscuros de la noche, se abaten sobre tus ojos como alas de un cuervo en vuelo. En la penumbra de tu mirada