**El eco de las aguas y el piano**
En el país donde el río susurra,
bajo un cielo de espejos y trinos,
un pianista teje melodías,
sus dedos danzan sobre las teclas de la bruma.
Las notas flotan como hojas de sauce,
se deslizan entre las sombras del alba,
cada acorde un suspiro del viento,
cada pausa un latido en la tierra.
Las aguas cantan historias olvidadas,
de amores perdidos y sueños de barro,
y el pianista, con su arte sutil,
convierte el silencio en un canto claro.
A medida que la luna despinta el horizonte,
las estrellas se asoman, curiosas y viejas,
y el eco de las aguas se mezcla en la noche,
como un abrazo que nunca se quiebra.
Así, en el país donde la música fluye,
el pianista sigue su viaje eterno,
tejiendo con notas el hilo del tiempo,
y en cada acorde, el mundo se vuelve sueño.
