Mi alma inquieta, desvelada en la noche,
Halla consuelo en tus brazos, mi amor,
Encanto lunar, cielo de ternura,
Donde mi corazón encuentra su ardor.
Entre tus caricias, mi ser se derrite,
Las lágrimas fluyen, cruzan mi mejilla,
Empapando el lienzo de mi alma marchita,
Regándola con el rocío que en ti brilla.
Tus besos, cual lluvia sobre el césped seco,
Reviven mi espíritu, lo hacen florecer,
Tus palabras, cual brisa, me susurran al oído,
Ahuyentando las sombras, haciéndome creer.
En tu regazo, encuentro paz y sosiego,
Refugio seguro donde mi mente descansa,
Tu amor, cual faro, ilumina mi sendero,
Guiándome a través de la noche inmensa.