Brisa del atardecer, Susurra secretos al oído, Acaricia mi piel Y despierta en mí recuerdos De un pasado casi extinto.
Brotas del alma, lúdico fulgor, espíritu que danzas entre versos, tejiendo rimas, sueños tan diverso… con brisa de palabras y color. Eres el fuego vivo del cantor,
En este bar donde nadie pregunta, el whisky es amigo y el amor es pr… los relojes se quedan sin cuerda y la luna se ahoga en cerveza. Aquí se aprenden las leyes del jue…
Óyeme, oh mundo, escucha mi canto, elevado desde las cuerdas de esta… instrumento bendito, numen del enc… que rige los ritmos que el corazón… Soy la voz de los vates, los divin…
Hoy celebro un nuevo ciclo, un regalo del tiempo y el viento, cada día, un verso en mi historia, cada rayo de sol, un momento. Gracias por las risas compartidas,
Echo de menos tu cuerpo como quien… sabiendo que el trueno siempre lle… Hay un hueco en mi piel donde ante… un eco húmedo que insiste en queda… Tu cuerpo era lluvia lenta,
El vaso no mide, sólo existe. Un instante, quieto, como el silencio que lo habita. En la terraza, la luz danza,
Aunque tus pasos ya no resuenen aq… y tus manos no acaricien como solí… en cada rincón de mi alma estás, como el viento que nunca se detien… Tu risa sigue viva en el eco de mi…
Tu sonrisa, sol de luz radiante, Calienta mi alma con su brillo ard… Tus labios, manantial constante, Sacian mi sed con su trino fervien… Tu risa, melodía que me encanta,
Ahogarse en un vaso de mar es encontrar el infinito en la quietud de un sorbo, es sentir la sal que arde como un viejo recuerdo
En el umbral del pensamiento, se agitan mil ideas sin nombre. Mas no todas cruzan el viento, ni todas llegan a otro hombre. Guarda en tu mente lo que fluye,
No sé dar ni una palma por bulería… ni marcar con mis pies el son gita… pero el duende me ronda cada día, me susurra su canto entre mis mano… El quejío me llama en la distancia…
Hoy trato de evocar, mas nada recu… La mente se obscurece, sumida en e… Las puertas del pasado se cierran… Y solo hallo sombras donde hubo un… Intento aferrarme a alguna vivenci…
El campo verde se extiende como un susurro interminable, una manta tejida de vida y sosiego. Las colinas ondulan suaves, como el ritmo pausado del aliento de la tierra, mientras el vien...
Era trigueña de ojos esmealdas Aquella mujer que tanto quería La que friamente me dió la espalda Convirtiendo en noche mi día Por su amor suspiré desquiciado