De Vuelta al Creador!
En esta vida, que no es sino engaño,
el hombre vive preso en su locura,
buscando honores, vanidad y holgura,
cuando la muerte le acecha, sin apaño.
Las riquezas se van, los años pasan,
la juventud se vuelve ancianidad;
mas el necio no ve su vanidad,
y en sus vicios y culpas se abastan.
¿Hasta cuándo, oh, mortales, este juego
de sombras, de deleites y apariencias?
¿No veis que todo es polvo, nada, luego?
Abrid los ojos, huid de las demencias;
volved al Creador, buscad su fuego,
que solo Él da la dicha y las esencias.
