A mi Quisqueya
Eres Quisqueya, flor enardecida,
que el sol del Caribe besa y enciende,
y en cada monte la esperanza extiende,
como un suspiro eterno de la vida.
Tu suelo es canto, mar que no se olvida,
río que en su pureza se comprende,
y un cielo azul que al corazón sorprende,
llamando al alma siempre a su acogida.
Tierra de gloria, cuna de valientes,
tu historia vibra en voces del pasado,
de héroes que te hicieron inmortal.
Hoy mi verso te exalta entre corrientes,
y en él proclamo, noble y apasionado:
¡Eres mi patria, joya tropical!
