POESÍA JAPONESA
Devuélveme el poema que te di dame la ilusión que me quitaste disfrutaba besándote ahora solo quiero olvidarte. ¿Cómo podías hacerme el amor como…
Suspiros de envidia al ver la enorme montaña blanca, me siento pequeña olvidada en la memoria
Camino sola, ahora sé que solo mi sombra es mi amiga, soledad acompañada de noches vacías. Camino sola, las ventanas brillan,
Mis muslos se estremecen, notan tu ausencia los entrecruzo, intento engañarlos con el roce de mi propia piel.
Te quiero tanto, bien lo sabe Dio… Desde el momento que vi las estrel… que me dispararon una flecha direc… Sí, es que no sé que haría si tú m… eres la reina de mi vida, la que p…
Hago un alto en el paseo que estoy dando por Granada, me siento bajo un naranjo, el aroma me asalta. Rodeada de edificios antiguos llenos de historia cierro los ojos. Imagino todo, pare...
Tengo ganas de hablar y gritarlo, pero aún me atenaza el miedo. Miro tus ojos y me quedo prendida de tu mente,
Aquellas manos etéreas querían tocarme, pero no podían, yo, estaba lejos, muy lejos. Al otro lado del horizonte
Cuando no esté no oiré la bella lluvia en mí caer. Hoy partiré en silencio, de los campos de otoño.
Se asoma la luna parece que mirara nuestros cuerpos enredados en la p… Brisa que acaricia mi espalda la mar de plata cubriendo mis pies
Manto de nieve hermosa luz brillante que azul el cielo Cae la nieve árbol vestido de albo
El jardín níveo pétalos de jazmín blanquean su pelo trenzas de flores albas ciñen su bella cara.
Que se te caiga la venda, mujer, deja que se te caiga. Enséñale al viento tus heridas. Deja que sanen,
Me late fuerte el pulso al contemplarte desnudo mi corazón está disparado solo con tocar tu boca ardo de amor y deseo.
Solo se dedicaba a decir lo bellas que eran sus letras. Halagos a sí mismo se dirigía. Envidia insana de las personas, que realmente escribían.