POESÍA JAPONESA
Día otoñal caen las hojas ocres. Se oye ladrar. Se ríe el niño arrancando las flores.
En un mar de hierba margaritas le bailan nubes brillando Verano insomne toda la ciudad rosa
Ella tenía un hablar sedoso, que acariciaba, una mirada verde, suave como el terciopelo. Sus manos tienen gráciles
Te conocí y pensé que eras distint… ahora sé que no sabes luchar por lo que amas, que tu supuesta generosidad solo es pereza, para no mover tu culo y pelear.
Entras y sales de mi corazón roto como tú quieres. Dejas jirones míos en aquel suelo
LA NOCHE ME SABE AMARGA La vida que se transforma, se deforma entre calles empedradas con el dolor ajeno. Noches que se estrujan
No quieres a nadie solo a tu cocaína no sabes querer te abrí una puerta a la libertad tú la cerraste con llave.
He buscado a Dios Entre las lecturas del Evangelio Y las oraciones de niño. Lo he buscado en las ofertas de lo… Y en las charlas de un sacerdote.
Crucé puentes más allá del horizon… dónde muros me impedían ver la vid… los salté con la fuerza que da el… de la agonía. Corrí el riesgo de perder la esper…
Soy y seré en lo que tu me conviertas, leo tus comentarios, aunque no los responda, pero siempre quedan marcados en mi corazón como una firma permanente, eres quién me alimenta, eres qu...
Voy a sudar balas por las mariposa… fuiste todo lo que nunca supe que… de tu boca gruesa, tan roja, tan d… besos hasta desgastarme aún me siento hambrienta de ti
Ya no recibe un beso al despertar, él se va sin decir adiós. Hace tiempo que no es feliz, lágrimas caen al suelo, veinte años casados, diez desde que él una mañana fría se fue al trabaj...
Cansancio infinito en un cuerpo destrozado por tanto, sufrimiento. Con el paso lento, muda va avanzando por tu cuerpo,
Iba de mal humor desde que salieron de casa, solo de pensar en vivir en otro sitio se ponía enferma, ya no estarían sus amigas, ni sus compañeras de clase. Encima la casa estaba en las ...
Rota en mil pedazos, brilla mi pena en mi piel blanquecina. ¿Por qué deja… de mis ojos caigan lágrimas ahogadas en la tristeza