Poesía japonesa
La noche me devora malditamente, me hace desaparecer nunca pensé que podía doler así hay cosas dentro de mí que necesito confesar.
Qué sabrás tú niño de la emoción de alzar el puño de la sensación de unidad del corazón latiendo a toda veloci… ¿qué sabrás tú niño de la lucha?
¿Dónde estabas, cuando he estado m… Donde, ¿cuándo te necesite? Tu egoísmo es brutal regresas ahora cuando me ves volando como un águila real.
Hay pecados que son una delicia tan exquisita que no hay confesiones ni sacerdotes que puedan perdonar. Una vela roja recorre mi pecho
Y miro mis piernas llenas de tus huellas, las muevo, las toco, me desespero. El carmín de mi boca
En aquel garito te vi estabas con una chica se te veía tan feliz... Me pregunto por qué no hui, pedí un vodka y me senté
Me muerde con rabia, odio esta memoria que me está matando, sangran recuerdos, entre paredes sucias.
Hay un hueco en mi corazón cuando te miro, mi musa, beso tu alma, abrazo tu vida, soy tu poetisa, mi niña. Yo no soy pintora ni poetisa,
Pétalos rosas Mariposa posada center lengua libando Haiku
De amanecida mi entendimiento loco no comprendía . Yo juro que te amaba morena mía.
La flor de la Jacaranda es una copa de vino afrutado, algo curvada, como un beso que se vuelve mordida. Pétalos que son abrazos,
Tu fotografía aún colgada de la pa… me hace recordar cada día tu boca glotona besando la mía, tus brazos enredándose en mi pelo. Eras Venus con un simple mortal
No sé cuando comenzó esta pesadilla, que me atormenta, que me rompe, me asesina. Tú estabas en mi tan dentro que tuve que
Sudor y lágrimas en las minas rojizas. Color de estío. Mirando al Teide sueños de amor azul.
En el salón mirando la tele te observo, nosotros guardamos otra cuarentena. Mi mente masturba los pensamientos solitarios