Dori Gómez
Horas de papel ilusión tatuada y piercings refulgiendo a medianoche, una cerveza en el garito con luces de los setenta de neón.
Mis manos se encogen con el dolor de los huesos machacados, solo queda polvo blanco. Mis letras quedan dentro de mí,
La noche me devora malditamente, me hace desaparecer nunca pensé que podía doler así hay cosas dentro de mí que necesito confesar.
Entre las sábanas ese negro silencio del desamor. Pequeñas perlas, de agua en esas pestañas,
Me siento extraña en mi propio pueblo la gente me mira mal, solo por entrar al bar de los chic… así les dicen.
Si quieres tocarme hazlo de verdad no te quedes a medias, mira, como cimbreo la cintura, mira, como mis caderas te llaman. Acércate a mí, quiero ver tus ojos…
En la noche oscura a veces brilla una luz, un rayo pequeño que te hace sonreír. El titilar de una estrella;
Noche de luna su cuerpo se movía silencioso en aquel bosque el corsé le ceñía la cintura y aumentaba su pecho
Amor es sentirme segura a tú lado, no tener miedo de que me dejes aquí en la cama tirada como muñeca rota.
Manto de nieve hermosa luz brillante que azul el cielo Cae la nieve árbol vestido de albo
Violetas púrpuras recuerdos de horas negras de amores rotos. Rosa de Halfeti melancólica flor
Aletea la mariposa anunciando la primavera se posa en mi nariz mis ojos bizquean mirándola. Cuantos colores en mi ventana,
Tapiz de otoño espuma de las olas besan la arena.
Luna del lobo aúlla la manada la noche mágica licántropos y hechizos furia de los infiernos.
Crucé puentes más allá del horizon… dónde muros me impedían ver la vid… los salté con la fuerza que da el… de la agonía. Corrí el riesgo de perder la esper…