POESÍA JAPONESA
Envuelta en humo en la cama tirada los pensamientos salen como una película de mí. Los ojos entrecerrados
Me estoy muriendo día a día sin un abrazo sin un beso sin una puta caricia.
Era la hora de la siesta, la calle estaba desierta, hacia un calor de mil demonios, el pueblo de casas bajas con pequeños y bien cuidados jardines delanteros estaba en silencio. Casas c...
Debes aprender en la noche eterna, a recordar las palabras del amor que dijiste que me tenías. No dejes que la oscuridad te lleve y sea tu dueña,
He cometido tantos errores me he equivocado tanto he pagado deudas que no son mías he sentido la sangre correr hundid… Sexo nocturno
Me bajé del carrusel del miedo, caí en tus ojos sembrando trigo dorado en lágrimas de cristal antes de que yo supiera qué era lo…
Este amor que llevo dentro nació fuerte, vigoroso apasionado, romántico nació del alma hacia la piel nació perfecto.
Flores de almendro abanico de muerte piel nacarina Cara pintada, instintos asesinos.
Llueven sakuras en la quietud del parque pétalo y lágrima; mojan su tez lozana con gotas de tristeza.
La brisa tibia de tu aliento en mi rostro trayendo un beso. Va abriendo nuestros labios y cerrando los ojos.
De mil colores en el cabello negro, son sus adornos. Su tez blanca embellece con polvo arroz,
Estoy cayendo tu mano ya no me sujeta, hoy tengo la tristeza besando mi boca, el cuervo me observa
Veneno en la sangre me corre como un caballo por las venas, tú me diste esa condena, tú me diste esta maldición y te fuiste.
Otea el lobo la nevada del bosque que bella estampa del cielo añil nuboso día de frío y hambre.
Nunca había oído tanto silencio, mi carne blanca como nácar reluce hambrienta del sonido de una mano recorriéndola. No veo la oscura noche,