Dori Gómez
(2015)
Entre las sábanas ese negro silencio del desamor. Pequeñas perlas, de agua en esas pestañas,
Soy la tinta indeleble de un sensu… bajo la carne y la piel de mí cuer… se convirtió en llama ardiente...… Es ligera caricia, el óleo en mi piel escrito con tu sangre,
En mi pecho una rosa carmesí me recuerda el amor que me tuviste en aquel otoño de 1940. Cierro los ojos me recreo en aquellos besos
En tardes cálidas respiro a hojas secas a brisas húmedas. En los arroyos corrientes cristalinas
MI piel está bailando con tu voz en la penumbra son de tu corazón ritmo de tu alma
Mamá, en este tiempo sin ti han pasado muchas cosas, ahora estoy sola escucho las canciones que cantabas… siento tus abrazos dulces como el…
Nunca había oído tanto silencio, mi carne blanca como nácar reluce hambrienta del sonido de una mano recorriéndola. No veo la oscura noche,
Soy un verso libre que solo sabe rimar con balas, que matan corazones dejándolos en un recuerdo que a veces está o simplemente se…
Chica, aún no eres una mujer ¿qué haces en ese bar un viernes n… Estás fumando, sabes que está proh… el jefe del bar quiere tenerte. Chica aún no eres una mujer
La carretera estaba vacía, no había un alma, ahora que lo pensaba llevaba mucho rato sin ver a nadie, paró la moto y se quitó el casco. Salió hace dos días, lleno de adrenalina pensando...
Cuando me lo dijeron me quedé paralizada. ¡no podía creerlo! ¿cómo era posible? Había Me senté, lloré, pataleé y grité. Me dieron un valium. Me tranquilicé y con la misma ropa, cogí l...
He muerto mil veces a través de tu boca recorriéndome he intentado rehabilitarme de esa lengua que me destroza me lame con agónica pasión.
Siento cuando tú no estas, y yo, siempre quiero estar contigo ni un segundo sin que mis pupilas se hundan en las tuyas compañero de vida
¿Por qué me dejaste ir? ¿Por qué no agarraste mis pies y los clavaste en la hierba? Yo, te oías llorar, entre mis lágr… quise volver, pero no podía.
Me tomé mi dulce tiempo provocándo… mordiendo su cuello apretando su trasero arrasando sus labios sentía sus gemidos